Hoy me toca comentar el último de Laura Gallego, autora de la que ya me he declarado FAN, así que adelanto que no seré muy objetiva Pero como somos muchos sus “fanes”, podéis utilizar este comentario con ellos
Sin embargo, mal que me pese, debo decir que esta historia me ha decepcionado en un par de puntos:
Sí, he dicho que soy FAN de Laura Gallego, pero no ciega ni sorda, por eso he empezado con las críticas más duras. Ahora, vamos con las bonanzas
Cualquier persona que argumente que no lee porque le cuesta concentrarse, porque los textos se le hacen densos y cuesta arriba, o porque no se engancha a la novela y entonces termina dejándola, no creo que se haya asomado nunca a alguna de las de esta escritora:
Pero, sobre todo, para los amantes de la fantasía (como es mi caso) es que sabe transportarte a situaciones y a lugares para soñar: rememora tradiciones de nuestro imaginario colectivo y añade bonitos paisajes y personajes nuevos, como los castillos y duendes de este libro. Evasión de nuestra realidad, pero constructiva, problematizándola, que para eso están las historias, para enfrentarnos con nuestro mundo y tener ganas de luchar por uno mejor, siempre!!!
Y, por último, reseñar el tono ecológico, que ya está presente en otras novelas, pero que es el punto central de esta. ¡Cómo he sufrido viendo a los árboles que cantaban siendo rajados y explotados para conseguir su elixir de la eterna juventud! Y ¿qué hacemos nosotros, humanos del siglo XXI, sino seguir sangrando nuestro planeta para nuestros propios y egoístas fines? Estemos de acuerdo o no con este diagnóstico, nunca está de más que nuestros jóvenes lean algo que mire hacia un planeta verde y con esperanza, y descanse de visiones apocalípticas y en guerra.
Ya os dejo en paz!! Nos vemos debajo del gran árbol, donde yacen nuestros antepasados!!! Buen díaaaaaa!!!