JaLEO Valencia 2024

JALEO 2024 – X Aniversario

Jornadas de Animación a la Lectura, Escritura y Observación

9 – 12 julio 2024, Teatre El Musical (TEM) VALENCIA

Había comenzado la reseña detallando el programa, así, ingenua, como si pudiera recoger de manera cuantitativa, descriptiva y objetiva lo que significa Jaleo. De verdad, que los sueños de la razón producen monstruos, absurdas ilusiones de falsa universalidad donde lo que debería importar es el singular, lo vivido, la experiencia. Jaleo cumple 10 años y aunque es mi primero, lo que quiero destacar es que este es un gran ejemplo de los espacios de resistencia que hay que defender y apoyar, siempre, sin fisuras, en cualquiera de sus formas.

Dicho esto, también debo reconocerme que han sido unos días muy intensos, algo decepcionantes en cierto sentido que luego detallaré y muy cansados, especialmente para Mar Benegas, codirectora con Jesús Ge y si Sitio de las palabras, como nos comentó en cada ponencia. Y es que defender la alegría y la esperanza es tan antisistema que cada año tienen que volver a encontrar los apoyos necesarios y justificar este festival que aúna profesorado, bibliotecarias, mediadoras de la lectura y otras profesiones interesadas en las historias y su potencia.

Lo que pasa es que este estado de enfrentamiento permanente, de batalla, de crítica agotadora porque no es constructiva ni puede serlo ante la calaña fundamentalista que va ganando posiciones, es difícilmente conciliable con el entusiasmo y la celebración que debería ser juntarnos las personas que amamos a la infancia, a la literatura infantil y juvenil sin sesgos y que confiamos en la capacidad transformadora de la lectura.

Así, el malestar es nuestro peor enemigo ahora mismo. La desolación, la pérdida de un horizonte hacia el que caminar, el desgaste de gestionar haters o las estructuras opresoras como el patriarcado que resurgen una y otra vez en cada evento que les planta cara, son otras máscaras de nuestros posibles aniquiladores. Sabiéndolo, como estoy convencida de que lo sabemos todas, deberíamos no darles espacio, redirigir la palabra hacia donde proyecta luz y no permitir que se fortalezcan de nuevo discursos grises, conservadores, rancios o miserables.

Para mí, uno de los momentos estelares de las ponencias, fue la que trajeron desde Sevilla. Inmaculada Mayorga y Ángela Molina forman parte del equipo directivo del CEIP Andalucía, en el polígono sur, donde han levantado la Biblioteca Fantasía, abierta a la comunidad, Premio de Fomento de la Lectura 2023, en una maravillosa colaboración con la librería Rayuela, entre otros. Son un modelo a seguir de cómo quien quiere hacer algo encuentra los medios y quien no, las excusas. Ellas saben que viven en la paradoja, que siempre hay margen de mejora, que la desesperanza y la confianza es muy frágil y que cada día, cada sonrisa, cada no abandono de sus alumnas, es una victoria.

Este es uno de los casos prácticos que Jaleo presentó a la comunidad, junto con la experiencia de la Asociación Entrelibros, de aquí de Granada, que compartió uno de los documentales con los que hacen memoria de su trayectoria leyendo a pekes y jóvenes en distintos espacios, pero destacando su labor en el hospital. Andrea Villarrubia y Juan Mata leen en voz alta y manejan el tiempo, los tiempos, permitiendo el espacio necesario para la escucha, para la creación y para la acogida de cualquesquiera de las posibles emociones que surgen al compartir historias.

Su labor no es per se terapéutica, como no lo es la mediación lectora, en un sentido instrumental. Sin embargo, es agradecida por este abrazo. Quienes acudimos a Jaleo sabemos que dependemos de las ficciones para sobrellevar las distintas realidades que nos amenazan o nos violentan. No obstante, he echado mucho de menos a las mujeres autoras, las voces de la libertad femenina y el orden de la madre que Luisa Muraro ya describiera como el camino para la muerte simbólica del patriarcado.

Y aquí es donde me ha parecido que hemos o que estamos dando pasos atrás. Cierto que es mi primer Jaleo pero no el de otras amigas que tan bien me habían hablado de su vanguardismo y potencia transgresora. Estos días he percibido que la queja, la reiteración de ciertos tópicos relativos a la enseñanza y la cultura, así como el énfasis en un canon con un sesgo de género claro han ido ganando terreno. Por ejemplo, la ponencia de Rafael Narbona que inauguró las jornadas, con pasajes rescatados de su libro “Maestros de la felicidad” (con “o”) me llevaba una y otra vez a “El cáliz y la espada”, maravillosa investigación de Riane Eisler donde postula el origen de estas formas de violencia que defiende y acuñan los machismos más o menos ingenuos.

Sin querer profundizar más en este tema, sí que me gustaría señalar que las lógicas individualistas y capitalistas aliadas de esta estructura simplista calan fuerte también en la producción de eventos. Las agitadoras culturales entramos sin darnos cuenta en justificaciones, indicadores, excel, impactos, asistencia y todas estas formas de control que dejan poco espacio para abrir la alas y sentir el viento que producen al batir. Nombrar lo que ocurre desde otro lugar, más poético, estético, simbólico, pacífico, tierno, despierto y descansado. Con menos señoros y más autoras de referencia, con más mirada crítica con sospecha y menos reconocimiento de lo que ya debería estar superado.

En fin, desde luego este no puede ser el final del comentario de la vivencia de Jaleo en Valencia. Porque una de las mujeres que brilló durante todas las jornadas y que nos trajo su vulnerabilidad con su espectáculo Frágil, fue María Andrés, clown que dinamizó e interpretó desde la broma valiente todas estas líneas que quizás están quedando también muy serias. En esta forma de vida quiero quedarme, en esa distancia, que permite que te afecte el dolor sin derrumbarte, que te permite respirar y echar unas risas con esta broma infinita que es la vida, donde surge el delirio que trajo Nieves Rodríguez estudiosa de María Zambrano. En este delirio potenciador de la creación es donde quiero quedarme.

GRACIAS siempre Jaleo por seguir soplando las velas, aunque a veces no os quede fuelle, aunque siempre haya tormenta. Gracias a Sara Bertrand por su cadencia en la lectura, a Felipe Munita por traer a Circe Maia.

GRACIAS a todas las personas del equipo que trabajan tantísimo para que la cantidad inmensa de propuestas que abarca El sitio de las palabras siga siendo conocido y haciéndose eco de lo que ocurre, juntando a quienes amamos a las palabras y nos va la vida en ello.

Bibliografía recomendada:

  • Etty Hillesum, “Una vida interrumpida. Diarios”
  • Pizarnik, “Poesía completa”.
  • Michèle Petit, “Los libros y la belleza. Somos animales poéticos”
  • Mar Benegas y Neus Caamaño, “Una pequeña semilla”
  • Gabriela Mistral, “Ternura”
  • María Zambrano, “La tumba de Antígona”