¡Programadores del mundo, uníos!
Un fantasma recorre Europa, el de la resistencia creativa, el de la expresividad y la katarsis a través del teatro. La buena compañía inicia una nueva revolución simbólica con su obra de títeres Molotov. ¡Programadores del mundo, uníos! ¡Programadores del mundo, levantaos! No permitáis que la mezquindad seque el ingenio, la crítica y acabe con …