Cuesta definirse, etiquetarse. Digamos que la agencia de esta web es difusa, que soy una agitadora cultural, que trabajo en lo que sea para que la gente lea. Porque leer nos hace libros. Ups, quería decir, que leer nos hace libres!

Hoy en día, el acto de leer es un reto, socialmente valorado, que da clase, pero que nos supone un esfuerzo. Soltar la pantalla, lo instantáneo, pararnos, ralentizar. Compartir lo leído, como en un club, marca una fecha, motiva a llegar al final para evitar spoilers y contribuir a la experiencia colectiva. Es una gozada vivir la lectura como un acto creativo, único y propia de cada mirada. Ninguna historia está completa hasta que la leemos.

Mi dios es Sueño, el protagonista de Sandman, de Neil Gaiman. Idealista de nacimiento, llevo una gota de rocío en el pecho como el colibrí de la leyenda, que no cambia el rumbo cuando el león le asusta con que se dirige a un incendio. Vivo entre líneas, entre los referentes que me sugieren los personajes de las historias que leo.

Los seres humanos buscamos ir más allá de nuestro día a día, buscamos transcendencia, necesitamos historias, son útiles para saber quiénes somos y quiénes queremos ser. Además de vivir el miedo de un relato noir o el romanticismo de la novela rosa, para mí lo esencial es arriesgar nuestra experiencia en cada lectura y que no nos deje indiferente. Nunca ser la misma antes y después de un buen libro.