OTRO AÑO MÁS DE LECTURAS, PARECE MENTIRA

Terminamos otro curso del club Hora de Té&Libros en Un mundo Feliz. Si contamos las primeras reuniones que arrancaban tímidamente en 2015 en Agapea, donde trabajaba por aquel entonces, el año que viene haremos 10 años de encuentros para compartir la palabra. Sinceramente, me siento muy afortunada y una privilegiada por poder facilitar estos espacios y aportar mi granito de arena para que haya más apasionadas de la lectura.

Este curso termina con la reunión de mañana para comentar Black Water, la saga más vendida en las Ferias del Libro de esta primavera y no sin motivos. Pero de eso ya escribiré en otro post. Este es una celebración de cada una de las sesiones que hemos tenido desde octubre. Durante una vez al mes, compartimos la merienda y nuestras impresiones tras una lectura íntima. Siempre me gusta recordar que es un espacio seguro, donde todas las miradas enriquecen y aportan a las otras, y donde suspendemos el juicio para dejarnos afectar por lo que escuchemos.

Es cierto, que este año han sido reuniones numerosas donde a veces era difícil mantener el sosiego y la escucha necesaria. Pero esto también habla de la pasión con la que leemos, de la urgencia que tenemos por compartir lo que hemos vivido y pensado junto con los personajes y las tramas de las novelas, y denuncia la carencia de lugares de encuentro tan necesarios para ser felices en esta especie humana que nos ha tocado vivir.

La mayor alegría de este año para mí es la culminación del curso en la primera edición del Buen Retiro de Lectura. Esta es una propuesta arriesgada, punki y consciente para transformar el mundo desde la participación, como he aprendido con La hoja blanca. El viernes saldremos para Mecina Bombarón, el pueblo libro de la Alpujarra, con Dani Jándula, como autor y Pau Ferrandis, como editor, para pasar unas horas libres leyendo.

Libros, libres. Palabras juguetonas que nos acompañan en cada encuentro y en los ecos que se producen después, pues leer es solo abrir mundos posibles, sueños, recuerdos, relaciones y horizontes. Tras las sesiones siempre compartimos música relacionada, cuadros que vemos en museos y que han sido portada del libro o mencionados en el texto, otras lecturas que nos ha sugerido la novela o que nos hemos acordado que queríamos leer, en fin, toda suerte de capas que fortalecen y nutren la existencia.

Ahora, en estos tiempos que de nuevo tenemos la sensación de que todo es complicado, que amenaza la vuelta del horror en la europa continental (que no quiero poner en mayúsculas), ahora que temblamos por un futuro incierto sin recordar el pasado reciente, ahora, aquí y ahora, más que nunca, la apuesta de este club de lectura es por estar presente. Ser conscientes de lo vivido, mantener el aliento y la esperanza, recordar la potencia de nuestra imaginación y de nuestra atención, cuando la prestamos o incluso la regalamos, aquí y ahora, esta es nuestra semilla, lanzada al viento, para leer después lo que crezca de este cultivo.

Gracias a todas por formar parte de esta historia, #undiasinleeresundiaperdido.