LA ODISEA en la HORA DE TÉ&LIBROS

«Háblame, ¡Oh, Musa!

¿Cómo anunciar esta maravilla? Llevo días pensando en cómo comenzar este post y ninguna idea está a la altura. Así que lo suelto a lo bruto: “Habemus Odisea en la Hora de Té&Libros”. Sí, ya está, lo hemos hecho. Llevamos tiempo dándole vueltas a que queríamos leer algún clásico, pero soy una pesada y me resisto a dejar entrar el tsunami “gafas” en el club de lectura. Porque yo quiero que disfrutemos por encima de todo con lo leído. Y me daba terror que alguien se pudiera sentir mal por no entender algún párrafo o alguna referencia.

¿Y quién lo ha cambiado todo? Pues una de las grandes, la editorial Blackie Books. Su mágica edición de la Odisea, que por algo le han dado el premio de La montaña mágica, ha llegado en el momento oportuno. A ver, ¿cómo os lo cuento? Bueno, seguro que ya la habéis visto y habréis comprobado que es bonita, limpia y con dibujos de Calpurnio, que sirven además de guía de lectura. Está traducida al castellano del inglés de un romántico (del s.XIX, no de afectos rosas y algodonados) Samuel Butler y adaptada de tal manera que te quitas el poema épico -que es divino, que nadie vaya a pensar que menosprecio el original, plis– y las genealogías infinitas, que para quienes nos consideramos “lectoras contemporáneas”, en ocasiones, se hacen difíciles de tragar. Y es que esta edición es como el digest del mailing. Cada cual leerá lo que necesite: desde una de aventuras y combates, al estilo Juego de Tronos, hasta la raíz simbólica del viaje del héroe donde se cuestiona el valor de los nombres.

Mirad, toda persona, en algún momento de su vida, como Sombra en “American Gods”, tiene que mirar al tuerto de su padre (en este caso Odín) y aceptar sus orígenes. Y para ello, lo primero es conocerlos. En un club de lectura, esto significa: leerlos. Y en la Hora de Té&Libros se traduce en compartir lo leído. Pero para más inri (fan de esta expresión) en esta ocasión nos va a acompañar Pau Ferrandis, el coordinador de la colección de Clásicos Liberados, que tantas alegrías promete a la editorial y a sus lectoras (femenino genérico, you know).

En fin, que ya estamos unas cuantas apuntadas y tenemos nuestros ejemplares ya comprados en nuestra librería de referencia: Ubú Libros. Pero quedan plazas, así que aquí tenéis el cartel con las fechas, horas y condiciones. La primera es el viernes 23, que casualmente es el Día del Libro. I promise que ha sido “sinqueriendo”. Mi cabeza va por libre y ese día lo debe tener clasificado como que hay que celebrarlo cada año. Nada es casual. Que se lo digan a Ulises. Igual Atenea ha influido en que cuadre comenzar en una fecha tan significativa. Le honraremos con hecatombes.

Además de comentar lo leído, resolver dudas y conocer alguno de los entresijos de la edición, Pau y yo nos pondremos solo un pelín “gafas” para preguntarnos por el sentido de seguir leyendo a los clásicos y por el impacto de La Odisea en la historia de la literatura hasta nuestros días. Vamos que si ves O Brother, por ejemplo, de los hermanos Coen, y en los créditos lees: “basado en la Odisea”, luego vayas pillando cada una de las referencias y guiños, enriqueciendo la experiencia, al añadir más capas.

¿Piensas que no es el momento? ¿Que la primavera ha llegado y que no eres capaz de dejar de mirar las nubes para mirar el texto? Fine. Ahora que, debo insistir solemnemente en que es una gran oportunidad, por el texto, por lo maja que soy yo y porque al contar con la editorial en forma de Pau Ferrandis, conoceremos el motivo de elecciones como: la portada, el mapa interior, las anotaciones o el combinarlo con capítulos de la “Penelopiada” de Margaret Atwood, que viene a ser la versión de Penélope en toda esta historia. A ver si solo va a tener voz humana Ulises o Telémaco. Que aunque en el poema homérico, este mande callar a su madre, aquí estamos las feministas para recordar que: “no ha nacido quien nos mande callar”.

Culmina la edición de Blackie con unas canciones, porque es lo que tienen los mitos, que vuelven, y vuelven, transformados, adaptados, reconstruidos, pero siguen inspirando, susurrando a quien compone. Por eso, conocerlos entrena nuestro músculo lector y enfoca la mirada en las siguientes lecturas o en las siguientes canciones, como esta, con la que me despido esperando saber de vosotras, para leer juntas La Odisea 🙂